Estudio preliminar
Mapa etnográfico de Australia.
OBJETO DE LA INVESTIGACION
Sociología religiosa y teoría del conocimiento
IObjeto principal del libro: Análisis de la religión más simple conocida, con el propósito de determinar las formas ele¬mentales de la vida religiosa.—Razón por la que éstas son más fáciles de alcanzar y explicar a través de las religiones primitivas
IIObjetivo secundario de la investigación: Génesis de las nociones fundamentales del pensamiento o categorías.— Razones por las que se cree que tienen un origen religioso y, por consiguiente, social.—Como, a partir de ese punto de vista, se entrevé un medio de renovación de la teoría del conocimiento
LIBRO PRIMERO
CUESTIONES PRELIMINARES
CAPÍTULO I
DEFINICION DEL FENOMENO RELIGIOSO Y DE LA RELIGION
Utilidad de una definición previa de la religión; método a seguir para proceder a esa definición.—Razón por la que
conviene examinar inicialmente las definiciones usuales
ILa religión definida por lo sobrenatural y lo misterioso.—
Crítica: La noción de misterio no es primitiva
IILa religión definida en función de la idea de dios o de ser espiritual.—Religiones sin dioses.— Ritos que no implican ninguna idea de divinidad en las religiones deístas
IIIBúsqueda de una definición positiva.—Distinción de las creencias y los ritos.—Definición de las creencias.—Pri¬mera característica; División bipartita de las cosas en sagradas y profanas.—Caracteres distintivos de esta dis¬tinción.—Definición de los ritos en función de las creen¬cias.—Definición de la religión
IVNecesidad de otra característica para distinguir la magia de la religión.—La idea de Iglesia.—¿Excluyen las religiones individuales la idea de Iglesia?
CAPITULO II
LAS PRINCIPALES CONCEPCIONES DE LA RELIGION ELEMENTAL
I.El animismo
Distinción del animismo y el naturalismo
ILas tres tesis del animismo: 1° Génesis de la idea del alma; 2° Formación de la idea de espiritu; 3° Transformación del culto de los espíritus en culto de la naturaleza
IICrítica de la primera tesis.—Distinción de la idea de alma y la idea de doble.—El sueño no explica la idea de alma
IIICrítica de la segunda tesis.—La muerte no explica la transformación del alma en espíritu.—El culto de las almas
de los muertos no es primitivo
IVCrítica de la tercera tesis.—El instinto antropomórfico. Crítica realizada por Spencer, reservas a este propósito. Examen de los datos en base a los que se cree poder probar la existencia de este instinto. Diferencia entre el alma y los espíritus de la naturaleza. El antropomorfismo religioso no es primitivo
VConclusiones: El animismo reduce la religión a no ser más que un sistema de alucinaciones
CAPITULO III
LAS PRINCIPALES CONCEPCIONES DE LA RELIGION ELEMENTAL
(Continuación)
II.El naturalismo
Historia de la teoría.
IExposición del naturalismo, según Max Múller
IISi la religión pretende ser expresión de las fuerzas naturales, dado que las expresa de manera errónea, no se comprende que se haya podido mantener.—Distinción pretendida entre la religión y la mitología
IIIEl naturalismo no explica la distinción de las cosas en sagradas y profanas
CAPITULO IV EL TOTEMISMO COMO RELIGION ELEMENTAL Historia de la cuestión, método para abordarla.
IHistoria sumaria de la cuestión totémica
IIRazones metodológicas por las que el estudio se centrará especialmente en el totemismo australiano.—Del lugar que se consignará a los datos americanos
LIBRO II
LAS CREENCIAS ELEMENTALES
CAPITULO I LAS CREENCIAS PROPIAMENTE TOTEMICAS
I.El tótem como nombre y como emblema
IDefinición del clan.—El tótem como nombre del clan.— Naturaleza de las cosas que se utilizan como totems.—Mo¬dos en que se adquiere el tótem.—El tótem de las fratrías, de las clases matrimoniales
IIEl tótem como emblema.—Dibujos totémicos grabados o esculpidos sobre objetos tatuados o dibujados sobre cuerpos
IIICarácter sagrado del emblema totémico.— Los churinga.—
El nurtunja.—El waninga.—Carácter convencional de los emblemas totémicos
CAPITULO II
LAS CREENCIAS PROPIAMENTE TOTEMICAS
(Continuación)
II.El animal totémico y el hombre
ICarácter sagrado de los animales totémicos.— Interdic¬ciones de comerlos, matarlos, recolectar las plantas totémicas.—Distintos temperamentos que se aportan a tales interdicciones.—Prohibiciones de contacto.—El carácter sagrado del animal está menos pronunciado que el del emblema
IIEl hombre.—Su parentesco con el animal o la planta totémicos.—Distintos mitos que explican ese parentes¬co.—El carácter sagrado del hombre es más aparente en ciertos puntos del organismo: la sangre, los cabellos, etc.—
Cómo varia ese carácter con el sexo y la edad.—El totemismo no es una zoolatría ni una fitolatria
CAPITULO III
LAS CREENCIAS PROPIAMENTE TOTEMICAS
(Continuación)
III.El sistema cosmológico del totemismo y la noción de género
ILas clasificaciones de las cosas por clanes, fratrías, clases
IIGénesis de la noción de género: las primeras clasificaciones de las cosas toman su marco de la sociedad.—Diferencias entre la sensación de semejanza y la idea de género.—Por qué esta última es de origen social
IIISignificado religioso de esas clasificaciones: todas las cosas clasificadas en un clan participan de la naturaleza del tótem y de su carácter sagrado.—El sistema cosmológico del totemismo.—El totemismo como religión tribal
CAPITULO IV
LAS CREENCIAS PROPIAMENTE TOTEMICAS
(Fin)
IV.El tótem individual v el tótem sexual
IEl tótem individual como nombre, su carácter sagrado.—El tótem individual como emblema personal.—Lazos entre el hombre y su tótem individual.—Relaciones con el tótem colectivo
IILos tótems de los grupos sexuales.—Semejanzas y dife¬rencias con los tótems colectivos e individuales.—Su ca¬rácter tribal
CAPITULO v ORIGENES DE ESTAS CREENCIAS
I. Examen crítico de las teorías
ITeorías que derivan el totemismo de una religión anterior: del culto de los ancestros (Wilken y Tylor); del culto de la naturaleza (Jevons).—Crítica de estas teorías
IITeorías que derivan el totemismo colectivo del totemismo individual.—Orígenes atribuidos al tótem individual (Frazer, Boas, Hill Tout).—Inverosimilitud de estas hipóte¬sis.— Razones que muestran la anterioridad del tótem colectivo
IIITeoría reciente de Frazer el totemismo conceptivo y local.—Petición de principio en que se basa.—Es negado el carácter religioso del tótem.—El totemismo local no es primitivo
IVTeoría de Lang: el tótem no sería más que un nombre.—Di¬ficultades para explicar en base a este punto de vista el carácter religioso de las prácticas totémicas
VTodas estas teorías no explican el totemismo más que postulando nociones religiosas que le son anteriores
CAPITULO VI
ORIGINES DE ESTAS CREENCIAS
(Continuación)
III.La noción de principio o mana totémico y la idea de fuerza
ILa noción de fuerza o principio totémico.—Su ubicui¬dad.— Su carácter a la vez físico y moral
IIConcepciones análogas en otras sociedades inferiores.— Los dioses en Samoa.—El wakan de los Sioux, el orenda de los Iraqueses, el mana en Melanesia.—Relaciones de estas nociones con el totemismo.—El Arunkultade los Arunta...
IIIAnterioridad lógica de la noción de fuerza impersonal sobre las diferentes personalidades míticas.—Teorías recientes que tienden a admitir tal anterioridad
IVLa noción de fuerza religiosa es el prototipo de la noción de fuerza en general
CAPITULO VII
ORIGENES DE ESTAS CREENCIAS
(fin)
IV.Génesis de la noción de principio o mana totémico
IEl principio totémico es el clan, pero pensado bajo forma de especies sensibles
IIRazones generales por las que la sociedad puede despertar la sensación de lo sagrado y lo divino.—La sociedad como poder moral imperativo; la noción de autoridad moral.—La sociedad como fuerza que eleva al individuo por encima de si mismo.—Datos que prueban que la sociedad crea lo sagrado
IIIRazones especiales para las sociedades australianas.—Las dos fases por las que transcurre alternativamente la vida de esas sociedades: dispersión, concentración.—Gran efer¬vescencia colectiva durante los períodos de concentración. Ejemplo.—De cómo la idea religiosa ha nacido de esa efervescencia.—Por qué se ha pensado la fuerza colectiva bajo las formas del tótem: es porque el tótem constituye el emblema del clan.—Explicación de las principales creen¬cias totémicas
IVLa religión no es un producto del temor.—Expresa algo real.—Su idealismo esencial.—Este idealismo constituye una característica general de la mentalidad colectiva.—Explicación de la exterioridad de las fuerzas religiosas en relación a sus sustratos.— Sobre el principio la parte equivale al todo
VOrigen de la noción de emblema: el emblematismo como condición necesaria de las representaciones colectivas.— Por qué el clan ha tomado sus emblemas del reino animal y vegetal
VIDe la aptitud del primitivo para confundir los reinos y clases que nosotros distinguimos.—Orígenes de esas confusio¬nes.— De cómo han abierto la vía a las explicaciones científicas.—No excluyen la tendencia a la distinción y la oposición
CAPITULO VIII
LA NOCION DE ALMA
IAnálisis de la idea de alma en las sociedades australianas
IIGénesis de esta noción.—La doctrina de la reencarnación según Spencer y Gillen: implica que el alma es una parcela del principio totèmico.—Examen de los datos aportados por Strehlow; confirman la naturaleza totèmica del alma
IIICarácter general de la doctrina de la reencarnación.—Dis¬tintos datos en apoyo de la génesis que se propone
IVLa antítesis del alma y el cuerpo: lo que tiene de objetivo.— Relaciones entre el alma individual y el alma colectiva.—La idea de alma no es cronológicamente posterior a la idea de mana
VHipótesis para explicar la creencia en la supervivencia
VILa idea de alma y la idea de persona; elementos impersona¬les de la personalidad
CAPITULO IX
LA NOCION DE ESPIRITUS Y DIOSES
IDiferencias entre el alma y el espíritu.—Las almas de los ancestros míticos son espíritus que tienen funciones deter¬minadas.—Relaciones entre el espíritu ancestral, el alma individual y el tótem individual.—Explicación de este último.—Su significado sociológico
IILos espíritus de la magia
IIILos héroes civilizadores
IVLos grandes dioses.—Su origen.—Su relación con el con¬junto del sistema totèmico.—Su carácter tribal e interna¬cional
VUnidad del sistema totèmico
LIBRO III
LAS PRINCIPALES ACTITUDES RITUALES CAPITULO I
EL CULTO NEGATIVO Y SUS FUNCIONES LOS RITOS ASCETICOS
I El sistema de interdicciones.—Interdicciones mágicas y religiosas. Interdicciones entre cosas sagradas de especies diferentes. Interdicciones entre lo sagrado y lo profano.— Estas últimas se sitúan en la base del culto negativo—Prin¬cipales tipos de estas interdicciones; su reducción a dos tipos esenciales
IILa observancia de las interdicciones modifica el estado religioso de los individuos.—Casos en que esta eficacia resulta particularmente aparente: las prácticas ascéticas.— Eficacia religiosa del dolor.—Función social del ascetismo
IIIExplicación del sistema de interdicciones: antagonismo entre lo sagrado y lo profano, contagiosidad de lo sagrado
IVCausas de esta contagiosidad.—No se puede explicar por las leyes de la asociación de ideas.—Es el resultado de la exterioridad de las fuerzas religiosas en relación a sus sustratos.— Interés lógico de esta propiedad de las fuerzas religiosas
CAPITULO II
EL CULTO POSITIVO
I.Los elementos del sacrificio
La ceremonia del Intichiuma en las tribus de Australia Central.—Distintas formas que presenta
IForma Arunta.—Las dos fases.—Análisis de la primera: visita a los lugares santos, dispersión del polvo sagrado, efusiones de sangre, etc., para asegurar la reproducción de la especie totémica
IISegunda fase: Consumo ritual de la planta o el animal totemico
IIIInterpretación del conjunto de la ceremonia.—El segundo rito consiste en una comunión alimenticia.—Razones de esta comunión
IVLos ritos de la primera fase consisten en oblaciones.—Ana¬logías con las oblaciones sacrificiales.—El Intichiuma contiene, pues, los dos elementos del sacrificio.—Interés de estos hechos para la teoría del sacrificio
VSobre el carácter pretendidamente absurdo de las oblacio¬nes sacrificiales.—De cómo se explican: los seres sagrados dependen de sus fieles.—Explicación del círculo en que parece moverse el sacrificio.—Origen de la periodicidad de los ritos positivos
CAPITULO III
EL CULTO POSITIVO
(continuación)
II.Los ritos miméticos y el principio de causalidad
INaturaleza de los ritos miméticos.—Ejemplos de ceremo¬nias en las que se emplean para asegurar la fecundidad de la especie
IISe basa en el principio: lo semejante da lugar a lo semejante.—Examen de la explicación que les da la escuela antropológica.—Razones por las que se imita el animal o la planta.—Razones que hacen que se atribuya a esos gestos una eficacia física.—La fe.—En qué sentido se funda en la experiencia.—Los principios de la magia han nacido de la religión
IIIEl principio precedente considerado como uno de los primeros enunciados del principio de causalidad.—Condi¬ciones sociales de las que depende ese último.—La idea de fuerza impersonal, de poder, tiene un origen social.— La necesidad del juicio causal se explica por la autoridad inherente a los imperativos sociales
CAPITULO IV
EL CULTO POSITIVO
(Continuación)
III.Los ritos representativos o conmemorativos
IRitos representativos dotados de eficacia física.—Sus rela¬ciones con las ceremonias anteriormente descritas.—La acción a que dan lugar es totalmente moral
IIRitos representativos carentes de eficacia física.—Con¬firman los resultados precedentes.—El elemento lúdico de la religión; su importancia; su razón de ser.—La noción de fiesta
IIIAmbigüedad funcional de las diferentes ceremonias que se han estudiado; se sustituyen las unas a las otras.—De cómo esta ambigüedad confirma la teoría propuesta
CAPITULO V
LOS RITOS PIACULARES Y LA AMBIGÜEDAD DE LA NOCIÓN DE SAGRADO
Definición del rito piacular
I Los ritos positivos de duelo.—Descripción de estos ritos
IICómo se explican.—No son una manifestación de sen¬timientos privados.— La maldad que se supone como propia del alma del muerto no puede explicarlos.—Dependen del estado de ánimo del grupo.—Análisis de tal estado.—De cómo da fin con el duelo.—Cambios paralelos en la manera en que se concibe el alma del muerto realidad que fundamenta esa experiencia.—Cuál es esa realidad: los grupos humanos.— Sentido humano de la religión.—De la objeción que opone la sociedad ideal a la sociedad real. Cómo se explica, en el seno de esta teoría, el individualismo y el cosmopolitismo religiosos
IILo que de eterno hay en la religión.—Del conflicto entre la religión y la ciencia; afecta tan sólo a la función especulativa de la religión.—Lo que parece que pasará a ser esta función
III¿Cómo puede ser la sociedad de una fuente de pensamiento lógico, es decir, conceptual? Definición del concepto: no se confunde con la idea general; se caracteriza por su imper¬sonalidad, su comunicabilidad.—Tiene un origen colecti-vo.—El análisis de su contenido aporta testimonios en el mismo sentido.— Las representaciones colectivas como nociones-tipo en las que participan los individuos.—De la objección por la que no serían impersonales más que a condición de ser verdaderas.—El pensamiento conceptual es contemporáneo de la humanidad
IVDe cómo las categorías expresan cosas sociales.—La categoría por excelencia es el concepto de totalidad que sólo puede ser sugerido por la sociedad.—Por qué las relaciones expresadas por las categorías sólo podían hacerse cons¬cientes por medio de la sociedad.—La sociedad no es un ser alógico.—De cómo las categorías tienden a desvincularse de los grupos geográficamente determinados. Unidad de la ciencia, por un lado, y de la moral y la religión, por el otro.—De cómo la sociedad da cuenta de esta unidad.— Explicación del papel que se atribuye a la sociedad: su poder creador.—Repercusiones de la sociología sobre la ciencia del hombre
IIIOtros ritos piaculares: a consecuencia de un duelo público, de una cosecha insuficiente, de una sequía, de una aurora austral.—Rareza de estos ritos en Australia.—De qué manera se explican
IVLas dos formas de lo sagrado: lo puro y lo impuro.— Su an¬tagonismo.—Su parentesco.— Ambigüedad de la noción de sagrado.—Explicación de esta ambigüedad.—Todos los ritos presentan la misma característica
CONCLUSIÓN
En qué medida se pueden generalizar los resultados que se han obtenido
I La religión se apoya en una experiencia bien fundada, pero no privilegiada.—Necesidad de una ciencia para alcanzar la